Las ideas cambian

Las ideas cambian

Fecha transmisión: 20 de Mayo de 2022

Valoración de la comunidad:

Última Actualización:

2 de Agosto de 2022 a las 14:59

Aprendizaje esperado: lee y compara poemas de diferentes épocas sobre un tema específico.

Énfasis: comprender el vínculo entre las ideas influyentes de una época y los poemas.

¿Qué vamos a aprender?

En esta sesión comprenderás el vinculo entre las ideas influyentes de una época y los poemas.

En esta ocasión aprenderás a detectar las ideas predominantes que habitan en los poemas y que no siempre están a la vista. Al leer con atención, puedes descubrir la forma de pensar del autor, pero también la ideología de quienes compartieron con él las calles, las casas, los parques, las fábricas, las tiendas o, tal vez, algunas batallas.

Ten a la mano tu libreta de apuntes, lápiz o bolígrafo para que puedas tomar notas. De igual forma tu libro de texto de Lengua Materna.

¿Qué hacemos?

A través de un poema puedes descubrir las ideas que compartían muchas de las personas que vivieron en la época en la que se escribió ese texto. Si tú escribieras un poema en estos tiempos complicados y pandémicos, seguramente plasmarías pensamientos que algunas personas comparten contigo.

Los poetas están inmersos en una realidad histórica y social específica que influye en sus creaciones. Piensa, por ejemplo, en los habitantes de alguna ciudad o pueblo que se encuentre cerca de algún volcán activo. ¿Te imaginas lo que implica vivir bajo la amenaza constante de una erupción?

Imagina a los pobladores del Estado de México, Puebla o la Ciudad de México como han percibido en varias ocasiones el rugido y los avisos de uno de los volcanes cercanos. Es un buen tema para escribir un poema. A través de los “versos volcánicos”, las personas de otros países y las que llegarán al mundo en los siguientes años podrán acercarse poéticamente a la realidad de muchos mexicanos que viven en esta situación.

En esta sesión se te invita a explorar los secretos históricos, sociales, biográficos y políticos que se esconden en los poemas. Seguramente, en otras sesiones y durante tus clases tú ya has revisado muchas de las características de este lenguaje literario: las figuras retóricas, el contexto histórico que lo enmarca e incluso detalles personales relacionados con la vida de algunos autores.

Antes de entrar en materia y hablar acerca de las ideas que se materializan en los poemas, piensa en la siguiente pregunta: ¿existe alguna idea en la que pienses constantemente? ¿Alguna duda filosófica que se te aparezca de día y de noche y, a veces, te quite el sueño?

Por ejemplo, a una de tus compañeras, llamada Patricia, le inquieta la duda siguiente: ¿De qué están hechos los seres humanos? Y esa pregunta siempre la conduce a otras: ¿quién es ella?, ¿si sus pensamientos la definen?, ¿sus acciones?, ¿sus capacidades intelectuales?, ¿su entorno familiar?, ¿sus deseos?, ¿sus frustraciones?, ¿su capacidad para soportar la adversidad?

Como verás, Pati está llena de preguntas interesantes que pueden convertirse en poemas. Se retomará la pregunta inicial: ¿de qué están hechos los seres humanos?

Se puede abordar esa duda desde muy diversas perspectivas, como la científica. En ese caso se puede citar la famosa frase pronunciada por el astrofísico estadounidense Carl Sagan, quien sentencia: “Somos polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas”, haciendo alusión a que somos materia estelar.

Mientras que, por otra parte, si se aborda la pregunta desde una perspectiva literaria, se pueden retomar las palabras del escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien completará: “Puede que sea verdad lo que dicen los científicos, que estamos hechos de átomos. Pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias”.

Sagan te lleva al espacio, Galeano a tu pasado colectivo, los científicos James Watson, Francis Crick y Rosalind Franklin, una maravillosa mujer a la que se suele olvidar cuando se habla del descubrimiento del ADN, revelaron que en cada una de tus células llevas un código genético del que depende el color de tus ojos, el tamaño de tus brazos y el funcionamiento de tu organismo.

Cada una de estas bellas y metafóricas explicaciones te brindan una imagen compleja y poética del ser humano. Lo que es muy importante destacar es que no solamente estas constituido por materia orgánica, sino que tu consciencia, tus historias, tu lengua y tu capacidad imaginativa son vitales para entender tu esencia.

Este cúmulo de elementos conforman a la humanidad y el arte te ha permitido plasmar las emociones, pensamientos y visiones que se derivan de estas perspectivas. A través de las palabras, los colores, los sonidos y una infinidad de materiales puedes compartir tus perspectivas personales con los demás. ¡Y puedes constatar que muchas de tus ideas las compartes con otras personas!

Piensa en Rosalind Franklin, la científica que se mencionó. ¿Por qué crees que a ella no se le haya otorgado el mismo reconocimiento que a sus colegas masculinos?

Es una pregunta muy oportuna. A principios del siglo XX las mujeres tenían muy pocas oportunidades de abrirse paso en la ciencia y el arte. Existían “ideas influyentes” que obstaculizaban el desarrollo profesional de grandes mentes femeninas. Rosario Castellanos, una poetisa mexicana muy importante que vivió en la misma época que Rosalind Franklin, protestó por esta desigualdad en muchos de sus textos.

Revisa un fragmento de uno de sus poemas, llamado:

“Jornada de la soltera”

Da vergüenza estar sola. El día entero

Arde un rubor terrible en su mejilla.

(Pero la otra mejilla está eclipsada.)

La soltera se afana en quehacer de ceniza,

en labores sin mérito y sin fruto;

y a la hora en que los deudos se congregan

alrededor del fuego del relato,

se escucha el alarido

de una mujer que grita en un páramo inmenso

en el que cada peña, cada tronco

carcomido de incendios, cada rama

retorcida, es un juez

o es un testigo sin misericordia.

¿Qué ideas importantes crees que aparecen en el poema?

Tal vez, te hizo recordar cuando a principios del siglo XX, y también en épocas anteriores, la mujer que envejecía sola era criticada y desdeñada. La vergüenza pesaba sobre ella y sus actividades parecían inútiles porque no estaban consagradas a la vida familiar. Así es. Cuando la poetisa dice:

se escucha el alarido

de una mujer que grita en un páramo inmenso

en el que cada peña, cada tronco

carcomido de incendios, cada rama

retorcida, es un juez

o es un testigo sin misericordia.

La idea que se expresa, la desesperación de las mujeres que se sienten juzgadas por el mundo entero. Los hombres se muestran como piedras, como troncos, como seres inanimados que miran y reprochan las decisiones de las mujeres, pero son incapaces de entenderlas y apoyarlas.

Como puedes darte cuenta, al comentar de qué trata un poema, tienes que considerar, además de la estructura literaria que lo conforma, las ideas que se revelan a través de las palabras.

Recuerda que el lenguaje poético se caracteriza por emplear las palabras en sentido figurado, no literal, es decir, la poesía no recurre a la forma denotativa, que se usa para comunicarse diariamente, sino a la forma connotativa, de la que se desprenden múltiples significados. El lenguaje se transforma, se convierte en el ornamento que embellece a la estructura arquitectónica de los versos y las estrofas. Revestido, a su vez, de musicalidad y constituido por un tema o tópico que se enraíza en el contexto histórico del cual surge.

Ahora se retomará otro ejemplo, el poema titulado:

“Zoom”

Eduardo Casar

Sumidos en la sombra del zoom con los ojos cerrados.

Con la boca cerrada, recruzada por una raya roja,

nos encontramos juntos pero cuadriculados en el tapiz de una habitación, deshabitada.

Sin una perspectiva que nos diga quién está más cercano.

O quién ya se ha alejado tanto que no existe,

Y cuál es el color verdadero y la profundidad de aquellos ojos.

Y cuál es el tamaño de tantas estaturas similares y,

quién no es.

Una pintura sin temperatura.

Aquí donde nadie dice esta boca es mía.

Pues los labios se mueven, pero la voz se tarda.

En coincidir con su manera de tocarse entre ellos.

Y de tocar con la punta de la lengua los alvéolos.

O los dientes por dentro.

El tiempo pasa como veinte animales deslumbrados.

A los que han paralizado la velocidad invisible de la luz.

No se escuchan los disparos y la sangre no corre,

Ninguna prisa apresura al contacto que nunca.

Comenzó.

Y sin embargo la imagen se coagula y todos nos quedamos.

Atrapados.

El poeta hace una descripción de esta nueva forma de convivencia y comunicación efectuada a través de plataformas digitales y puesta en práctica de manera inmediata ante la emergencia sanitaria por COVID-19.

Al leer este poema te puedes conectar con tus propias vivencias. Así es, como te puedes sentir cuando te comunicas a través de internet: videollamadas, juntas virtuales, etc.

Te puede impresionar cómo un poema puede hablar tan claramente acerca de algo tan específico sin recurrir al lenguaje directo. “El tiempo pasa como veinte animales deslumbrados” es una gran metáfora. Te puedes imaginar a un grupo de osos que tratan de cruzar una carretera, pero no saben por dónde caminar porque un destello los desorientó. El tiempo, durante esta pandemia, se percibe de esa manera: no avanza porque tal vez, no se sabe hacia dónde se dirige. Nadie lo sabe, en realidad.

Una de las bellezas de la poesía es que es mutable, dependiendo de la percepción del lector.

El siglo XXI, desde su primera década hasta esta segunda en la que te encuentras se anunció como la era de la transformación digital, la web pasó de ser 2.0 a 3.0 y, ahora, es 4.0, lo que conlleva una comunicación bidireccional, sincrónica e inmediata; completamente opuesta a la web 2.0, que sólo ofrecía una comunicación unidireccional, asincrónica y diferida.

Sin embargo, aunque esta transformación tecnológica se veía como promisoria, alentadora e idónea para mantener el contacto con el prójimo, a pesar de la distancia geográfica que pudiera existir; la verdad es que se ha convertido en un medio frío, árido y marginal.

Por lo tanto, los poemas transmiten, a través de los versos libres, que no están sujetos a una métrica, a un ritmo determinado y al uso de las sílabas de forma irrestricta, características propias de la poesía contemporánea, el sentimiento del asilamiento interpuesto por la tecnología.

La palabra “zoom” te remite al aspecto del enfoque, en mirar con precisa nitidez los objetos proyectados en la pantalla de la computadora, como si tu fueras científico; por lo tanto, hallarás que hay una suerte de comparación entre el microscopio y la cámara de la computadora:

“Sumidos en la sombra del zoom con los ojos cerrados,

Con la boca cerrada, recruzada por una raya roja,

nos encontramos juntos pero cuadriculados en el tapiz de una habitación, deshabitada”.

Dentro de este primer vistazo, hallas que los seres puestos bajo el ocular tubo, cámara no pueden verse frontalmente ni tampoco hablarse, están “cerrados”.

Esta palabra juega con dos interpretaciones: la primera, que no se puede salir de la habitación desde la que se accede a la computadora y la segunda, que en cualquier momento el silencio puede atrapar al usuario, que está supeditado al correcto funcionamiento de los dispositivos electrónicos a través de la cámara y el micrófono:

Ojos cerrados,

boca cerrada.

Sumidos en la sombra del zoom

recruzados por una raya roja.

Además, dentro de esta mirada macroscópica, se aprecia este espacio virtual cohabitado por un mosaico incorpóreo de entes, donde se suscita una paradoja:

“nos encontramos juntos pero cuadriculados en el tapiz de una habitación, deshabitada”.

Después, se examina a las personas que existen en ese escenario (segunda estrofa):

Sin una perspectiva que nos diga quién está más cercano.

O quién ya se ha alejado tanto que no existe,

Y cuál es el color verdadero y la profundidad de aquellos ojos.

Y cuál es el tamaño de tantas estaturas similares y

Quién no es

Una pintura sin temperatura.

Son vistas sin un punto de referencia, esto es, “sin perspectiva” porque no hay un ángulo que ayude a medir la distancia entre unos y otros, así como tampoco la tintura “el color verdadero” ni el interior de los sentimientos de los asistentes. Para finalizar, de nueva cuenta, con esa paradoja: “una pintura sin temperatura”, esto es, una imagen carente de vida.

En la tercera estrofa, la mirada ya es microscópica, pues se focaliza en los labios y en la emisión de los sonidos proferidos por ellos; sin embargo, esa voz, sonido pocas veces se coordina con su movimiento.

“Aquí donde nadie dice esta boca es mía.

Pues los labios se mueven, pero la voz se tarda,

En coincidir con su manera de tocarse entre ellos.

Y de tocar con la punta de la lengua los alvéolos.

O los dientes por dentro”.

Finalmente, la última estrofa cierra este círculo del aislamiento:

“No se escuchan los disparos y la sangre no corre,

Ninguna prisa apresura al contacto que nunca

Comenzó.

Y sin embargo la imagen se coagula y todos nos quedamos,

Atrapados”

La palabra “disparos” hace alusión al revolver del microscópico que es el encargado de cambiar las lentes para observar los objetos, y también para precisar que éstos no están vivos, pues son imágenes pixeleadas, carentes de sustancia. Por lo tanto, no se exige el uso del tacto para reconocerse unos y otros, porque se saben limitados; pero por un instante, el escenario se congela, se paraliza, bajo la metáfora de la coagulación, permitiendo que estén juntos, pero prisioneros del medio tecnológico que los auxilia.

Efectivamente, este poema está impregnado de esta época: las acciones, las ideas, la cosmovisión de lo que se está viviendo actualmente. Lo que se llama “cotidiano”.

Entonces, siguiendo el propósito de este contenido que es “Comprender el vínculo entre las ideas influyentes de una época y los poemas”, estas analizando los detalles que imperan en una época determinada, y esos detalles son las ideas, las opiniones, los sucesos que se viven en carne propia en un momento determinado.

Justamente. Por eso el poema es ideal para ejemplificar el tema de este contenido. Imagínate que, en 2050, lean este poema. Seguro no será difícil apreciarlo. Cuando el lector analice este poema u otros que hablen de las aplicaciones, de la pandemia, de aquellas sensaciones que se están experimentando en este momento, tendrá la curiosidad de conocer este contexto para entender el porqué de ciertas imágenes.

Quizás revisando lo anterior te puedan surgir, las ganas de escribir algo sobre lo que estás viviendo. Pues estas frente a un momento que quita el aliento y te aleja de las personas aun estando unidas.

Ahora se descifrará el tema de otro poema y descubrirás el contexto histórico al que pertenece. Leerás a Gustavo Adolfo Bécquer, poeta español, quien afirmaba en uno de sus poemas, lo siguiente:

“Mientras se sienta que se ríe el alma,

sin que los labios rían;

mientras se llore, sin que el llanto acuda

a nublar la pupila;

mientras que el corazón y la cabeza

batallando prosigan,

mientras haya esperanza y recuerdos,

¡Habrá poesía!

Realmente el autor de Rimas y leyendas no estaba nada perdido cuando puntualizaba que la poesía ocurre en todo momento y en cualquier lugar, ante diversas situaciones.

Para cerrar este recorrido de esta sesión, se revisará otro poema. Pero, para elegir el apropiado, sería importante que mencionaras alguna sensación sobre la que creas que es difícil escribir.

¿Por qué es importante lo anterior?

Porque se quiere demostrar que la poesía verdaderamente puede hablar sobre cualquier tema.

Al inicio de la sesión se habló acerca de aquello que te define como ser humano, pero ¿qué pasa cuando no sabes quién eres? ¿Qué ocurre cuando te sientes desorientado y perdido?

Lee a continuación, a Oliverio Girondo, un poeta argentino que viajó por todo el mundo y experimentó los estragos ocasionados por dos guerras mundiales.

¿Dónde?

¿Me extravié en la fiebre?

¿Detrás de las sonrisas?

¿Entre los alfileres?

¿En la duda?

¿En el rezo?

¿En medio de la herrumbre?

¿Asomado a la angustia,

al engaño, a lo verde?

No estaba junto al llanto,

junto a lo despiadado,

por encima del asco,

adherido a la ausencia,

mezclado a la ceniza,

al horror,

al delirio.

No estaba con mi sombra,

no estaba con mis gestos,

más allá de las normas,

más allá del misterio,

en el fondo del sueño,

del eco,

del olvido.

No estaba.

¡Estoy seguro!

No estaba.

A veces, cuando te percatas de que la humanidad también es capaz de cometer atrocidades terribles, no te sientes del todo humano. No sabes si perteneces a algún lugar, a algún grupo, a algún país. Te sientes pequeño, invisible, insignificante e inexistente. Esas son las ideas, que como apreciaste aparecen en el anterior poema.

Así es. Oliverio Girondo vivió una época de muchos cambios sociales y políticos. Formó parte de los movimientos vanguardistas que estaban buscando formas de innovar, de romper con las reglas rígidas de las generaciones anteriores.

En ese tiempo, existían muchos deseos de cambiar el rumbo para mejorar el mundo, pero la realidad les mostró a los poetas un rostro desolador que sacudió sus ideales.

En el poema que leíste, hay muchas imágenes que te permiten evocar cuestiones que son comunes para todos los seres humanos, como los sueños, las sombras, el llanto, las normas; pero, precisamente como se mencionó, cuando las personas cometen actos de violencia inimaginables, te puedes preguntar, si en verdad te puedes encontrar gracias a esas similitudes o son más fuertes las diferencias.

A continuación, se realizará un breve resumen del contenido que se abarco en la sesión del día de hoy.

Esta sesión estuvo enfocada en comprender el vínculo entre ideas influyentes de una época y poemas escritos en ese tiempo. Se ejemplificó con un poema de Rosario Castellanos, otro de Eduardo Casar y uno más de Oliverio Girondo, que te mostró cómo el contexto en que se vive repercute en las figuras e imágenes del poema que se escribe. Es como un diario. Se proyectan a través de la poesía figuras e imágenes que parten de las ideas que interesan en un momento determinado.

Así es, las ideas cambian y evolucionan, y, por lo tanto, también las bellas artes, que son un reflejo de lo que las personas viven en su acontecer día a día.

El reto de hoy:

Escribe un poema sobre lo que es vivir en esta época. Ahí, proyecta lo que has sentido.

Guíate con las siguientes preguntas:

  • ¿Qué sientes?

  • ¿Con qué lo comparas?

  • ¿Cuáles son los pros?

  • ¿Cuáles son los contras?

  • ¿Qué te estás perdiendo y de qué manera estamos evolucionando?

Asimismo, consulta tu libro de texto en el aprendizaje esperado y realiza las actividades que ahí se te proponen.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

https://libros.conaliteg.gob.mx/secundaria.html

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