Borrador en el que se contrasten dos ideas sobre un mismo malestar

reconoce diversas prácticas para el tratamiento de malestares. Recupera información de diversas fuentes para explicar un tema y redacta un borrador de texto en el que contraste información sobre un tema.

Fecha transmisión: 13 de Septiembre de 2022

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Última Actualización:

27 de Septiembre de 2022 a las 13:48

Aprendizaje esperado: reconoce diversas prácticas para el tratamiento de malestares. Recupera información de diversas fuentes para explicar un tema y redacta un borrador de texto en el que contraste información sobre un tema.

Emplea conectivos lógicos para ligar los párrafos de un texto.

Énfasis: identifica diferencias y semejanzas en el tratamiento de un mismo tema. Redacta borradores del texto en el que se contrastan las explicaciones de ambas formas de concebir y curar los mismos malestares, empleando conectores lógicos para ligar los párrafos de un texto.

¿Qué vamos a aprender?

Aprenderás a reconocer diversas prácticas para el tratamiento de malestares, recuperar información de distintas fuentes para explicar un tema y comenzar a redactar un borrador de texto en el que contrasten las explicaciones de dos formas de concebir y curar el mismo malestar, empleando conectivos lógicos para articular y contrastar los párrafos y las ideas.

¿Qué hacemos?

Continuarás trabajando con la práctica social del lenguaje 10: Producir un texto que contraste información sobre un tema.

Los materiales que vas a necesitar son: Cuaderno, libro de texto de Español, algo con que anotar y, de ser posible, un diccionario; recuerda tenerlo siempre a la mano, durante esta clase y también al leer o al estudiar otras asignaturas. Úsalo con libertad y no sólo investigues sobre las palabras que se emplean aquí. Piensa que el conocimiento profundo de la lengua permite, entre otras cosas, pensar y expresarse con mayor precisión y claridad.

Darás lectura a un poema sobre el despertar, obra del escritor mexicano Jaime Torres Bodet, quien, entre otras cosas, fungió también como Secretario de Educación Pública de México durante dos periodos de gobierno.

En tanto realizas la lectura del poema identifica qué es lo que, va despertando cuando inicia un día. Recuerda que los últimos textos que se leyeron sobre el alba: “Amanecer”, de Rosario Castellanos, y “Madrugada”, de Octavio Paz, y intentes hacer una comparación entre ellos.

Despertar

Despierta la obsesión. Despierta el mundo.

Despiertan las distancias y las leyes

y los relojes de las antesalas

y los retratos sobre las paredes.

Y vuelven las espadas

a brillar en el puño de los héroes

que pueblan los museos

donde la historia, por vitrinas, duerme.

Despierta el vendaval. Despierta el hambre.

Despiertan las naranjas y las nueces

sobre el mantel de un bodegón de antaño.

Despierta el vino oscuro en los toneles

y en la tahona el pan y el primer yunque,

al golpe del martillo honrado y fuerte.

Despierta en el buzón la primer carta

y el primer ascensor y el primer huésped

y, en el primer teléfono accesible,

ese primer saludo que la noche

estuvo madurando largamente

y que lanzado así, frente a la aurora

en su dorada profusión se pierde.

Despiertan otra vez, como en los libros,

las cigarras de Sócrates y la alondra de Shakespeare.

Y vuelven a rimar deshielo y hielo

y principian de nuevo a cobrar forma

los mapas, las edades, los deberes.

¡Sólo en ti, corazón, la noche sigue:

porque tu despertar será tu muerte!

Torres Bodet, Jaime, Poesía completa, México,

Fondo de Cultura Económica, 2017, pp. 553-554

¿Qué te pareció la lectura del poema?

Es como si antes del alba el mundo durmiera, es decir, no sólo los seres humanos, sino también todo lo demás: Las cosas, las ideas, las dinámicas cotidianas.

Vuelve a leer el primer párrafo:

Despierta la obsesión. Despierta el mundo.

Despiertan las distancias y las leyes

y los relojes de las antesalas

y los retratos sobre las paredes.

Y vuelven las espadas

a brillar en el puño de los héroes

que pueblan los museos

donde la historia, por vitrinas, duerme.

¡Qué ingeniosa la idea de que hasta los retratos y los héroes de los museos aprovechan la noche para descansar!

Es un poco enigmático el final. En particular la última estrofa.

“¡Sólo en ti, corazón, la noche sigue:

porque tu despertar será tu muerte!”

Es una estrofa hasta cierto punto desconcertante, aunque si se reflexion en torno a ella, quizá deje de serlo un poco, ya que, como salta a la vista, es en la única frase en la que la voz que habla se dirige de forma directa a algo o alguien más, a quien denomina “corazón”, y que al parecer se encuentra “fuera del tiempo”, por decirlo de algún modo, pues, aunque el mundo ya haya despertado: “Sólo en ti, corazón, la noche sigue.

Es probable que parte de la ambigüedad surge de la imposibilidad para definir si quien habla se dirige a otro ser o a su propio corazón, pero no en sentido literal, es decir, a su órgano vital, sino a las conceptualizaciones culturales que lo asocian, por ejemplo, con los sentimientos, las emociones, el valor y el ánimo.

La segunda frase de dicha estrofa complica aún más las cosas, pues, ¿A qué se refiere con eso de “porque tu despertar será tu muerte?

Parece un poco llamativa la idea de que mientras el mundo despierta, algo o alguien denominado “corazón” permanece dormido y que afirme que su “despertar será su muerte”.

El final resulta ambiguo, lo que le otorga mayor profundidad, pues resignifica el resto del texto e impulsa, a tratar de comprenderlo en función de esa frase. En otras palabras, no se trata sólo de una ingeniosa descripción sobre la manera en que los objetos y los seres van despertando al alba, sino de algo más hondo, quizá vinculado con la capacidad de sentir de quien habla y del temor a sus propios sentimientos.

Observa que la primera frase del primer verso parece tener relación con la última estrofa:

Despierta la obsesión. Despierta el mundo

Según el poema, por el orden de la enumeración, antes de que despierte el mundo despierte la obsesión del hablante.

Parece lógico suponer que dicha obsesión está relacionada con el ser al que se dirige la voz del poema, es decir, al “corazón” que permanece dormido mientras el mundo despierta, al corazón que, si despierta, fallecerá.

¿Cómo interpretas la idea sobre el “despertar del corazón”?

Una interpretación posible sobre el “despertar del corazón” es la asociada con el acto de amar, es decir, entregarse por completo al amor, sin límites, “porque tu despertar será tu muerte”.

Dicho así, parece que uno de los temas fundamentales del poema, como acabas de mostrarlo, es el del despertar de las obsesiones y sentimientos de quien habla hacia alguien más, y no tanto el del despertar del mundo, que más bien se convierte en una especie de testigo.

¿Qué puedes decir sobre la manera en que Rosario Castellanos, Octavio Paz y Jaime Torres Bodet trabajaron temas muy similares por medio de la poesía?

En este ejercicio comparativo los tres emplean el amanecer y el despertar como motivos de sus poemas, cada quien lo hace desde una perspectiva propia.

El poema de Torres Bodet describe el despertar del mundo en oposición al dormir de un “corazón”, y luego de analizarlo, salta a la vista el hecho de que parece un poema con un tono más personal e íntimo, en contraposición con “Amanecer”, de Rosario Castellanos, y “Madrugada”, de Octavio Paz, que hablan más bien del despertar desde una perspectiva más amplia, vinculada con el amanecer mismo y con el despertar cotidiano de los seres humanos.

Y aunque el poema de Torres Bodet y el de Castellanos sean homónimos, es decir, se titulen igual, se parecen mucho menos entre sí, que el de Paz y el de Castellanos, los cuales comparten rasgos como la brevedad y el que comparan ciertas características del sueño con algunas de la muerte, como, la oscuridad y la soledad que implican.

Leerás un artículo sobre el uso reciente de un fármaco obtenido a partir de hongos como los que empleaba María Sabina, pero para el tratamiento específico de la depresión y, según parece, dicho tratamiento promete ser más efectivo que cualquier otro conocido hasta ahora.

¿Cómo se titula el artículo?

“Fármaco obtenido de hongos alucinógenos alivia la depresión” y lo leerás con el propósito de seguir reconociendo diversas prácticas para el tratamiento de malestares para recuperar información de distintas fuentes y explicar un tema, como base para la redacción del texto en el que contrastarás las explicaciones de dos formas de concebir y curar el mismo malestar.

Fármaco obtenido de los hongos alucinógenos alivia la depresión.

Un medicamento alucinógeno derivado de hongos mágicos podría ser útil en el tratamiento de la depresión, concluye el primer estudio de seguridad de esta estrategia.

Investigadores del Imperial College de Londres dieron a 12 personas psilocibina, el componente activo de los hongos mágicos. Todos habían estado clínicamente deprimidos por una cantidad significativa de tiempo un promedio de 17,8 años. Ninguno de los pacientes había respondido a los medicamentos estándar, tales como los inhibidores de la recaptación de serotonina, o habían tenido terapia electro-convulsiva.

Una semana después de recibir una dosis oral de psilocibina, todos los pacientes experimentaron una notable mejoría en sus síntomas, tres meses después, cinco pacientes mostraron una remisión completa. Eso es bastante extraordinario en el contexto de los tratamientos disponibles en la actualidad, dice Robin Carhart-Harris.

Los autores del estudio no sugieren que la psilocibina deba ser un tratamiento de último recurso para los pacientes deprimidos. Nuestra conclusión es más sobria que eso, lo único que decimos es que es factible, dice Carhart-Harris. Podemos dar psilocibina a los pacientes deprimidos, pueden tolerarla, y es segura. Esto nos da una idea inicial de la eficacia del tratamiento.

Vale la pena señalar que no hemos desarrollado nuevos tratamientos para la depresión que sean ampliamente utilizados desde la década de 1970, a pesar del hecho de que este es el principal problema de salud pública en el mundo occidental y los países de medianos ingresos, dice Glyn Lewis. Particularmente interesante es el hecho de que la psilocibina parece tener efecto con una sola dosis, a diferencia de algunos medicamentos actuales para la depresión que se deben tomar diariamente.

Cormier, Zoe, “Fármaco obtenido de hongos alucinógenos alivia la depresión”,

en Nature Magazine, 24 de mayo de 2016. Disponible en: https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/farmaco-obtenido-de-hongos-alucinogenos-alivia-la-depresion/ (consultado el 19 de marzo de 2021)

¿Qué opinas de la nota que acabas de leer?

Pudiera identificarse que se tiende a hacer menos a la medicina tradicional ante la alopática; sin embargo, como lo evidencia este artículo, la base de muchos fármacos y tratamientos alopáticos se halla en la medicina tradicional.

Gracias a este ejemplo es posible darse cuenta de la vigencia y la efectividad de mucha de la medicina tradicional, tan es así, que múltiples laboratorios lucran con los conocimientos y saberes de los pueblos originarios patentándolos.

Y este no es un caso excepcional. Un alto porcentaje de los fármacos empleados a nivel mundial son derivados de plantas, y la mayor parte de éstas han sido usadas por los grupos originarios de múltiples rincones del mundo, desde hace muchísimo tiempo.

Esta nota fue elegida para esta sesión no sólo para mostrar la vigencia y efectividad tanto de la medicina tradicional en general como del tratamiento que ofrecía la sabia Sabina, basado en la ingesta de hongos, sino también porque parte del propósito de la sesión es recuperar información de distintas fuentes para explicar un tema, antes de comenzar a redactar el borrador en el que hay que constrastar las explicaciones de distintas formas de concebir y curar un mismo malestar.

En la última sesión en que se trabajó con esta práctica social del lenguaje, aprendiste que, según la psiquiatría, una de las manifestaciones del “susto” es la “depresión mayor” y en el artículo se habla de tres.

Menciona otros dos tratamientos, los que parecen ser inferiores al de los hongos:

Ninguno de los pacientes había respondido a los medicamentos estándar, tales como los inhibidores de la recaptación de serotonina, o habían tenido terapia electro-convulsiva.

El propósito fundamental de recuperar información de distintas fuentes para explicar un tema es nutrir la visión y ampliar el campo de reflexión, lo cual facilitará la construcción de las opiniones personales.

Con el mismo objetivo, leerás ahora un brevísimo texto sobre la perspectiva andina del “susto”.

Mancharisqa (susto, espanto)

Se entiende por susto, según la tradición oral andina, a la pérdida del alma o ánima de la persona, como consecuencia de una fuerte impresión recibida y la imposibilidad de retenerla. El alma alejada, huida o apartada vagará hasta que el curandero pueda devolverla al cuerpo. Es causado por los espíritus, influencias maléficas de seres sobrenaturales, como duendes y seres que habitan en las punas,también se provoca por caídas, encuentros sorpresivos, accidentes, persecuciones, fenómenos naturales y sobrenaturales.

Síntomas:

Pérdida de apetito, decaimiento general y debilidad, desordenes nerviosos, depresión, tristeza, irritabilidad, nerviosismo y llanto; escalofrío, fiebre, náuseas, vómitos y diarreas; sueño sobresaltado, sudor, delirio y suspiros continuos; dolor de cabeza, tartamudeo temporal.

La gravedad está en estrecha relación con la edad del enfermo, su estado emocional y el marco de circunstancia en que se produce. Asimismo, surgen enfermedades derivadas del susto, como:

Diarrea por miedo (Andahuaylas) y ñuñupa (Ayacucho, Huancavelica, Cusco).

Ministerio de Salud de Perú, “Mancharisqa (susto, espanto)

(adaptación), s/t, Instituto Nacional de Salud, Perú, s/f. Disponible en:

https://web.ins.gob.pe/sites/default/files/Archivos/censi/s%C3%ADndromes%20culturales.pdf (consultado el 26 de marzo de 2021)

Identifica, ¿Qué información nueva te proporciona este texto sobre el “susto”?

Permite confirmar las enormes coincidencias existentes en la manera de concebir este malestar entre los pueblos originarios de México y los de región Inca, que se halla sobre todo en los actuales territorios de Perú y Bolivia.

Llegó el momento de comenzar a escribir el borrador del texto en el que contrastarás las explicaciones de al menos dos formas de concebir y curar el mismo malestar.

Ten a la mano el ejercicio de escritura de un texto con estas mismas características que llevaste a cabo en la cuarta sesión con esta práctica social del lenguaje.

Para comenzar la redacción de tu texto, usa como base el que ya escribiste y profundiza en todo aquello que más te interese.

Por ejemplo, un de los textos tratará sobre el susto, el cual será enriquecido con algunas ideas asociadas tanto con la visión andina de este malestar como con la sabia Sabina. Revisa el ejemplo.

Susto

El tema de este texto es una enfermedad conocida en español como “susto”, la cual tiende a presentarse entre la población de diversas culturas y regiones de México y, en general, de casi toda América. Por su parte, el propósito es explicar ideas complementarias y contrastantes sobre las causas y tratamientos del “susto”, derivadas de la lectura de dos textos sobre el mismo tema, pero con perspectivas distintas.

Hay al menos tres ideas fundamentales que comparten ambas perspectivas: primero, la aceptación general de la existencia del “susto”; segundo, el hecho de que la causa de este malestar es una fuerte y repentina impresión; tercero, el que buena parte de los síntomas son los mismos (por ejemplo, dolor en el cuerpo). Sin embargo, no existe coincidencia en el tratamiento, pues, mientras la medicina tradicional mexicana sugiere una serie de procedimientos terapéuticos, como algunos preparados herbolarios, en el manual de psiquiatría no se enuncia ninguno de forma explícita; no obstante, al vincular el susto con enfermedades definidas desde la óptica de la psiquiatría (como la depresión mayor) se sobreentiende que los tratamientos serían los mismos que se usan para tratar dichas enfermedades, por lo cual, no existe coincidencia en este aspecto.

Tampoco existe coincidencia en la manera de concebir la naturaleza del malestar, ya que desde la perspectiva de la psiquiatría se asocia sólo con el malfuncionamiento del cuerpo, mientras que desde la óptica de la medicina tradicional mexicana se relaciona también con otros elementos naturales, como el sueño, incluso con algunos sobrenaturales, como el alma y la adivinación.

Para elaborarlo se definió previamente una estructura, compuesta por una introducción, en la que se explica de qué trata el texto. Puedes verla subrayada con amarillo.

El tema de este texto es una enfermedad conocida en español como “susto”, la cual tiende a presentarse entre la población de diversas culturas y regiones de México y, en general, de casi toda América. Por su parte, el propósito es explicar ideas complementarias y contrastantes sobre las causas y tratamientos del “susto”, derivadas de la lectura de dos textos sobre el mismo tema, pero con perspectivas distintas.

Hay al menos tres ideas fundamentales que comparten ambas perspectivas: primero, la aceptación general de la existencia del “susto”; segundo, el hecho de que la causa de este malestar es una fuerte y repentina impresión; tercero, el que buena parte de los síntomas son los mismos (por ejemplo, dolor en el cuerpo). Sin embargo, no existe coincidencia en el tratamiento, pues, mientras la medicina tradicional mexicana sugiere una serie de procedimientos terapéuticos, como algunos preparados herbolarios, en el manual de psiquiatría no se enuncia ninguno de forma explícita; no obstante, al vincular el susto con enfermedades definidas desde la óptica de la psiquiatría (como la depresión mayor), se sobreentiende que los tratamientos serían los mismos que se usan para tratar dichas enfermedades, por lo cual, no existe coincidencia en este aspecto.

Tampoco existe coincidencia en la manera de concebir la naturaleza del malestar, ya que desde la perspectiva de la psiquiatría se asocia sólo con el malfuncionamiento del cuerpo, mientras que desde la óptica de la medicina tradicional mexicana se relaciona también con otros elementos naturales, como el sueño, incluso con algunos sobrenaturales, como el alma y la adivinación.

Después vino la redacción de un párrafo de desarrollo puedes verlo subrayado con verde que resultó el más extenso, donde se comparan algunas ideas fundamentales relacionadas con las causas y tratamientos del “susto” a partir de los dos textos que leímos, que, por si no lo recuerdan, uno hablaba desde la perspectiva de la psiquiatría y el otro desde la de la medicina tradicional mexicana.

En el párrafo de desarrollo primero se señalaron tres ideas centrales que comparten ambas perspectivas; luego se remarcó otra idea fundamental que implica una diferencia considerable, la del tratamiento.

El tema de este texto es una enfermedad conocida en español como “susto”, la cual tiende a presentarse entre la población de diversas culturas y regiones de México y, en general, de casi toda América. Por su parte, el propósito es explicar ideas complementarias y contrastantes sobre las causas y tratamientos del “susto”, derivadas de la lectura de dos textos sobre el mismo tema, pero con perspectivas distintas.

Hay al menos tres ideas fundamentales que comparten ambas perspectivas: primero, la aceptación general de la existencia del “susto”; segundo, el hecho de que la causa de este malestar es una fuerte y repentina impresión; tercero, el que buena parte de los síntomas son los mismos (por ejemplo, dolor en el cuerpo). Sin embargo, no existe coincidencia en el tratamiento, pues, mientras la medicina tradicional mexicana sugiere una serie de procedimientos terapéuticos, como algunos preparados herbolarios, en el manual de psiquiatría no se enuncia ninguno de forma explícita; no obstante, al vincular el susto con enfermedades definidas desde la óptica de la psiquiatría (como la depresión mayor), se sobreentiende que los tratamientos serían los mismos que se usan para tratar dichas enfermedades, por lo cual, no existe coincidencia en este aspecto.

Tampoco existe coincidencia en la manera de concebir la naturaleza del malestar, ya que desde la perspectiva de la psiquiatría se asocia sólo con el malfuncionamiento del cuerpo, mientras que desde la óptica de la medicina tradicional mexicana se relaciona también con otros elementos naturales, como el sueño, incluso con algunos sobrenaturales, como el alma y la adivinación.

Y en las conclusiones puedes verlas subrayadas con azul se habló sobre la que, en tu opinión, constituye la mayor diferencia entre ambas perspectivas, se refiere a la manera de concebir la naturaleza de la enfermedad.

En tanto la psiquiatría sólo la considera una consecuencia del mal funcionamiento del cuerpo, la medicina tradicional la relaciona también con otros elementos: algunos sobrenaturales y otros asociados con la naturaleza, como el sueño.

El tema de este texto es una enfermedad conocida en español como “susto”, la cual tiende a presentarse entre la población de diversas culturas y regiones de México y, en general, de casi toda América. Por su parte, el propósito es explicar ideas complementarias y contrastantes sobre las causas y tratamientos del “susto”, derivadas de la lectura de dos textos sobre el mismo tema, pero con perspectivas distintas.

Hay al menos tres ideas fundamentales que comparten ambas perspectivas: primero, la aceptación general de la existencia del “susto”; segundo, el hecho de que la causa de este malestar es una fuerte y repentina impresión; tercero, el que buena parte de los síntomas son los mismos (por ejemplo, dolor en el cuerpo). Sin embargo, no existe coincidencia en el tratamiento, pues, mientras la medicina tradicional mexicana sugiere una serie de procedimientos terapéuticos, como algunos preparados herbolarios, en el manual de psiquiatría no se enuncia ninguno de forma explícita; no obstante, al vincular el susto con enfermedades definidas desde la óptica de la psiquiatría (como la depresión mayor), se sobreentiende que los tratamientos serían los mismos que se usan para tratar dichas enfermedades, por lo cual, no existe coincidencia en este aspecto.

Tampoco existe coincidencia en la manera de concebir la naturaleza del malestar, ya que desde la perspectiva de la psiquiatría se asocia sólo con el malfuncionamiento del cuerpo, mientras que desde la óptica de la medicina tradicional mexicana se relaciona también con otros elementos naturales, como el sueño, incluso con algunos sobrenaturales, como el alma y la adivinación.

También se emplearon conectivos lógicos para articular y contrastar los párrafos y las ideas.

El tema de este texto es una enfermedad conocida en español como “susto”, la cual tiende a presentarse entre la población de diversas culturas y regiones de México y, en general, de casi toda América. Por su parte, el propósito es explicar ideas complementarias y contrastantes sobre las causas y tratamientos del “susto”, derivadas de la lectura de dos textos sobre el mismo tema, pero con perspectivas distintas.

Hay al menos tres ideas fundamentales que comparten ambas perspectivas: primero, la aceptación general de la existencia del “susto”; segundo, de que la causa de este malestar es una fuerte y repentina impresión; tercero, el que buena parte de los síntomas son los mismos (por ejemplo, dolor en el cuerpo). Sin embargo, no existe coincidencia en el tratamiento, pues, mientras la medicina tradicional mexicana sugiere una serie de procedimientos terapéuticos, como algunos preparados herbolarios, en el manual de psiquiatría no se enuncia ninguno de forma explícita; no obstante, al vincular el susto con enfermedades definidas desde la óptica de la psiquiatría (como la depresión mayor), se sobreentiende que los tratamientos serían los mismos que se usan para tratar dichas enfermedades, por lo cual, no existe coincidencia en este aspecto.

Tampoco existe coincidencia en la manera de concebir la naturaleza del malestar, ya que desde la perspectiva de la psiquiatría se asocia sólo con el malfuncionamiento del cuerpo, mientras que desde la óptica de la medicina tradicional mexicana se relaciona también con otros elementos naturales, como el sueño, incluso con algunos sobrenaturales, como el alma y la adivinación.

Son las frases y palabras subrayadas con rojo, las cuales, como se ha explicado, permiten relacionar frases y párrafos, jerarquizar las ideas, y comparar y oponer ideas, entre otras cosas.

Leíste y analizaste el poema “Amanecer” de Jaime Torres Bodet, luego se continuaste profundizando en el conocimiento y reconocimiento de diversas prácticas para el tratamiento de malestares a partir de la recuperación de información de distintas fuentes para explicar el tema principal: El susto; para ello leíste un texto sobre el uso de los hongos para el tratamiento de la depresión y otro sobre el susto desde la perspectiva andina. Comenzaste a redactar el borrador del texto en el que se contrastaron las explicaciones de dos formas de concebir el mismo malestar, empleando conectivos lógicos para articular y contrastar las ideas.

El reto de hoy:

Termina de elaborar tu borrador del texto y, una vez que lo tengas concluido coméntalo con alguien cercano, seguro le parecerá muy interesante.

Si te es posible, consulta otros libros o materiales para saber más sobre el tema. Si tienes la fortuna de hablar una lengua indígena aprovecha también este momento para practicarla y platica con tu familia en tu lengua materna.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

https://www.conaliteg.sep.gob.mx/

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