El valor de ser un ser humano
Fecha transmisión: 13 de Diciembre de 2021
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Última Actualización:
2 de Agosto de 2022 a las 14:59Aprendizaje esperado: identifica el deseo de bienestar común para todos.
Énfasis: abordar la idea de la dignidad humana.
¿Qué vamos a aprender?
Identificarás el deseo de bienestar común para todos.
¿Qué hacemos?
Para iniciar la clase, te comento que me quedé anoche viendo una película sobre la segunda guerra mundial, me impactó mucho, hasta tuve pesadillas y por eso hoy me siento muy triste, aunque sé que eso ya pasó hace mucho tiempo, pero no puedo creer cómo la humanidad se destruye a sí misma de esa manera.
Resulta muy triste ver como el ser humano es el peor enemigo de sí mismo.
Las emociones al escuchar los sonidos de una guerra, como: Disparos y gritos, debieron haber generado miedo y ansiedad, esas reacciones y otras, son la respuesta ante situaciones de estrés. Y yo sólo me los estoy imaginando, no quiero ni pensar lo que vivieron las personas que estuvieron presentes en esa situación de extrema violencia.
Las guerras se han dado en el planeta desde el inicio de la humanidad y han sido por diversos motivos. Son situaciones que el mismo ser humano provoca, causando daños a otros seres humanos.
No logro entender bien esa parte, donde el ser humano lastima a otros y se vuelve su enemigo.
- ¿Qué persona querría, por su voluntad, participar en una guerra?
Para que te quede más claro, debemos empezar por el principio, ¿De dónde viene la humanidad? leí que el origen del ser humano es muy antiguo, más o menos, 160 millones de años y que el continente africano se considera la cuna de la humanidad.
- ¿Y si todos tenemos la misma cuna?
- ¿Si todos somos iguales, porque no todos tenemos las mismas oportunidades para lograr nuestro bienestar?
Para responder a estas preguntas tenemos que hablar de lo que es la dignidad, lo que implica comprender que el ser humano es un fin en sí mismo. Que su vida es única e irrepetible y por ningún motivo, puede ser utilizado ni desviado de los fines que cada uno haya fijado libremente, para hacer de su vida lo que él o ella deseen.
Cada quien puede utilizar su vida para ponerse metas y cumplirlas, por ejemplo, José Hernández, un astronauta de la NASA, con padres de origen mexicano, aprendió a hablar inglés hasta los 12 años, hizo examen para ser astronauta y fue rechazado once veces y logró a pesar de todo hacer su primer viaje espacial en el 2009.
Usó la perseverancia para lograr sus metas y no dejó que nadie se lo impidiera. Él, como muchas otras personas, han logrado sus metas en la vida sorteando inconvenientes.
- ¿Cómo crees que se siente una persona que logra sus metas?
Supongo que los hace sentir satisfechos, agradecidos, felices, con emociones que los ayudan a generar esa sensación de bienestar en ellos y en quienes los rodean.
Desafortunadamente, ha habido otras tantas personas más que no han podido ver sus sueños culminados, sus metas han quedado sin cumplir, ya que de alguna u otra manera, se ha violentado su dignidad por situaciones sociales o económicas.
- ¿Cómo crees que se sientan las personas a las que les pasa esta situación?
Yo creo que experimentan una serie de sentimientos y emociones que les obstaculizan, tales como insatisfacción o tristeza.
Aquí lo principal es la empatía, al ser empáticos con todas las personas, ya que, aunque no hayan concretado en su totalidad su plan de vida, se debe respetar su dignidad en la situación en que se encuentren, al final de cuenta, todos y todas somos iguales en derechos.
Un ejemplo es la película que te comenté, ¿Tú crees que los hombres que participaron en la Segunda Guerra Mundial tenían como fin o meta para su vida morir en manos de otros seres humanos? durante las guerras la dignidad de los seres humanos es pisoteada y de esta experiencia tenemos que aprender para que no se repita en un futuro.
El respeto a la dignidad está relacionado con el sentirse bien, con estar bien.
- ¿En qué momento dejamos de tener bienestar?
- ¿Y qué se puede hacer para evitar esto?
Lo principal de la dignidad humana es que permite hacer efectivo el respeto a los derechos humanos. Si tenemos empatía, generamos solidaridad, es decir, la capacidad de cada miembro de un grupo o sociedad de actuar como un todo. Con esto podemos ayudar a aquellos que han sido vulnerados en su dignidad y lo más importante evitar las injusticias.
Yo me siento muy molesto cuando veo injusticias, me imagino el sufrimiento de la gente, como en la guerra, que sin deberla ni temerla, pasaron por hambre, fueron maltratados y en el caso más extremo, asesinados, sin duda, es indignante esa situación.
- ¿Acaso alguien de tu familia sufrió en alguna guerra?
No, pero muchos de nuestros abuelos o bisabuelos vivieron la Revolución Mexicana, perdieron sus hogares, sus familias y fueron desplazados a lugares desconocidos y lejanos. Nadie merece un trato así.
La dignidad humana debe ser respetada y cuidada en todas las situaciones en las que se desarrolle el ser humano, esto se presenta tanto a nivel mundial, como en nuestras comunidades. Dentro de nuestra misma sociedad existen ejemplos de situaciones donde se puede truncar la dignidad humana.
Desafortunadamente podemos ver a nuestro alrededor casos de exclusión o discriminación, ya sea por género, edad, color de piel o situación social, esto sucede en nuestras comunidades, en las escuelas e, inclusive, hasta dentro de las propias familias.
Estas situaciones son difíciles, sin embargo, siempre hay esperanza.
Acompáñame a conocer la siguiente historia.
El día de hoy te presento la historia de Roberto, quien cursa el quinto grado de primaria y sueña con ser un gran ingeniero, él vive en el campo y sus amigos mayores, lo desalientan a seguir estudiando.
Roberto es un niño de diez años que vive en el pequeño poblado de San Ricardo de los Ángeles. Su casa está a una hora caminando de la escuela rural, la cual cuenta con una maestra que enseña a todos los grados. A Roberto no le molesta la caminata ya que la maestra explica muy bien y les tiene mucha paciencia. Incluso, cuando puede, hasta lleva a sus alumnos algo rico para comer.
Mientras la maestra atendía a otros alumnos, Roberto resolvía unos problemas de matemáticas. De repente, Luis, uno de sus amigos, le arrebató el cuaderno. Luis es un par de años mayor que él, pero se llevan muy bien. Tras un forcejeo juguetón, Roberto recuperó su cuaderno y le dijo:
¡Ya basta! tengo que acabar la tarea.
¿Tarea? lo que deberías de hacer en vez de andar en las nubes es ponerte a arar la tierra. Ya ves que tu padre está grande y no podrá seguir trabajando solo mucho tiempo, le contestó Luis.
Roberto suspiró antes de responder, mis hermanos me repiten lo mismo, ellos abandonaron la escuela porque nunca les gustó, pero mi hermana mayor me recuerda que siempre debo soñar, que no abandone mis metas y que la decisión sobre mi vida futura es solo mía.
Luis se rió. Pues como quieras. Vas a ver que eso de la estudiada es bien difícil. Es mejor aprender a trabajar y ayudar nuestras familias quienes nos necesitan.
Luis siguió hablando, diciendo que las cosas en el campo cada vez estaban peor, que tenían menos oportunidades ya que el clima los había traicionado varias veces, ya sea quemando la cosecha por sequía o todo lo contrario, inundando con lluvias torrenciales.
Roberto llegó a su casa después de la escuela y se encontró a su padre y a sus hermanos, cansados y fastidiados de una larga jornada laboral, intentó sacarles algo de plática, pero estaban todos tan exhaustos que lo ignoraron.
Roberto acomodó sus cosas de la escuela y mientras comía, se imaginó su futuro. Se vio estudiando en la universidad hasta graduarse de ingeniero, después regresaría a su pueblo a construir un sistema de riego y canales, los cuales ayudarían mucho a la cosecha y, por lo tanto, a toda su comunidad. Roberto terminó la tarea y guardó todo en su mochila, listo para el día siguiente.
Pero entonces, todo cambió, una enfermedad hizo que Roberto no pudiera regresar a la escuela, bueno, más bien no hubo escuela, ya que todos debían de quedarse en casa para mantenerse sanos y evitar el contagio. Roberto extrañaba mucho su escuela, sus amigas y amigos y a su maestra, pero afortunadamente podía seguir estudiando a través de la televisión, así pasaron los meses, su padre y hermanos salían a trabajar, con máscaras y mucho cuidado, mientras Roberto tomaba clases a distancia, su favorita, era Educación Socioemocional, con la maestra Gaby. Disfrutaba mucho las ocurrencias de la Pirata, pero sobre todo, sentía un cariño especial por el gran Lolo, el loro.
Había veces que parecía que Lolo le hablaba directamente a través de la pantalla. Como cuando dijo ¡Gawk! Yo no estaría aquí si no fuera por mi empeño de ser el loro de la pirata más famosa de todo Aprende en Casa II. No ha sido fácil, he tenido que superar muchos retos, audiciones y estudiar mucho, pues para un loro nunca ha sido fácil hablar así de bien como hablo yo.
Lolo fue interrumpido por un apagón que oscureció todo, Roberto se puso triste, era muy mala suerte que eso pasara justo cuando Lolo decía cosas tan interesantes.
Esa noche, un ruido despertó a Roberto, al principio pensó que eran los ronquidos de sus hermanos, pero no, este era un ruido diferente, sonaban como, ¿Alas? sí, como el aleteo de un ave, ¿Será que se había metido un cuervo a la casa? se preguntó Roberto mientras caminó hacia donde escuchaba el sonido.
¿Quién anda ahí? preguntó Roberto, con un poco de miedo, pero también con mucha curiosidad. Pero su pregunta solo fue respondida con más aleteos.
Roberto prendió la luz y ¡Oh sorpresa! justo en la mesa de la cocina estaba Lolo, el loro, con todo y su sombrero y parche.
Roberto se talló los ojos, creía que estaba soñando, pero en cuanto lo vio, Lolo celebró ¡Gawk! Ja, ja. Lo logré, he estado volando mucho tiempo, pero al fin logré encontrarte.
¿Encontrarme? preguntó Roberto, sorprendido, ¿Por qué me estabas buscando?
¡Gawk! tú eres Roberto, alumno de la maestra Gaby, el que quiere ser un gran ingeniero, ¿O me equivoco? recibimos tu mensaje y te contestamos en la clase, pero no supimos más de ti, la Pirata estaba preocupada.
Perdón, Lolo, no he podido estar en todas las clases porque empecé a ayudar a mi papá y hermanos en la siembra, ha sido una temporada difícil contestó Roberto.
¡Gawk! no te preocupes, vivimos en una época complicada, en la respuesta que te dimos en el programa de televisión te confirmamos que todas las personas tienen el derecho de vivir su vida como la tienen pensada, respetando, claro a todos los otros seres humanos y, por supuesto, a todos los loros del mundo, usamos como ejemplo tu caso, tu sueño de ser ingeniero.
Roberto no supo qué decir, no pensó que Gaby, la Pirata y Lolo supieran que él existiera, mucho menos que hayan contestado a su mensaje durante la clase, tras pensarlo un poco respondió:
Entonces, ¿No está mal que quiera ser un excelente ingeniero? yo me he sentido egoísta, triste y, en ocasiones, hasta enojado conmigo mismo.
Eres injusto contigo mismo al sentirte así. ¡Gawk! te entiendo muy bien, porque yo también me sentí muy mal antes de lograr lo que quería, pero nunca abandoné mi meta de llegar con la maestra Gaby, aunque los demás loros me desanimaron.
Sí, pero Lolo, tú eres un Loro, yo soy un niño, hijo de campesinos, y no tengo muchas oportunidades de ser ingeniero.
¡Cuidado! no ofendas mi dignidad de loro, aunque sea loro, siento y percibo a los demás como si fuera yo mismo.
Roberto pensó lo que Lolo decía.
¿Dices que puedo buscar la manera de ayudar a mi papá en el campo, sin abandonar mi sueño de estudiar? supongo que eso requiere mucho más esfuerzo, ¿No es así?
Lolo le respondió entusiasta ¡Claro! te pueden pedir que ayudes a tu familia, que ayudes a tu papá y a tu hermana, pero por ningún motivo te pueden pedir que abandones tus sueños.
Roberto no se siente totalmente convencido y responde - Allí está el punto Lolo, me piden que abandone mi sueño, que deje de estudiar porque dicen que nunca voy a ser ingeniero y aunque algo en mí no quiere abandonar la idea de lo que quiero llegar a ser, en ocasiones me invaden sentimientos de duda y tristeza.
Lolo levanta el vuelo y revolotea alrededor del niño mientras le dice: Siempre recuerdo esta frase de la maestra Gaby, “La vida del ser humano es única, irrepetible, por ello, no puede ser desviada de lo que cada ser humano quiere llegar a ser”.
Roberto caminó hacia su cama reflexionando sobre las palabras de Lolo y antes de que se diera cuenta se quedó profundamente dormido.
A la mañana siguiente, despierta sonriente, alegre, saluda a su familia con una gran seguridad en sí mismo.
¿Y ahora a ti, qué mosca te picó? le preguntó su hermano mayor.
Roberto contestó con una gran sonrisa, estoy decidido, seré ingeniero. Nada ni nadie me podrá desviar de mis sueños. No va a ser fácil, y voy a tener que trabajar duro para alcanzarlo, pero ahora entiendo que valgo como persona, y tengo muchas capacidades, además, si logro alcanzar mi sueño, con todo lo que aprenda, podré ayudarlos a ustedes, y a todo el pueblo.
Roberto desayuno feliz, seguro de que lograría su sueño.
Que hermosa historia, un ejemplo más de que con perseverancia y esfuerzo, todo se puede conseguir. Así como Roberto, hay muchas niñas y niños que a diario viven esta gran encrucijada entre buscar sus sueños o aceptar lo que los demás les dicen, pero mientras sigan creciendo y aprendiendo, sus sueños están más cerca que nunca.
Muy interesante cuento, explica como todos los seres humanos valemos mucho y que la magia está en ayudar a todas las personas a vivir en bienestar y de una manera digna. Creo que eso es algo que cada uno podemos aportar a nuestra sociedad.
Así es, la “magia” enfocada al bienestar común de todos, ayudar a los demás, al ponernos en su lugar y pensar en su situación, es la magia de la empatía.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/533117/5o_Cuaderno_PNCE_2019.pdf
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